Muchos expertos estiman que, si Rusia aprovechara al máximo su potencial de generación eólica, la producción nacional de electricidad aumentará varias veces.
El primer parque eólico polar aparecerá en la región de Arcángel, Rusia. Según lo proyectado, proporcionará electricidad a cien mil viviendas.
Se trata de uno de los más importantes proyectos europeos de ese tipo. Las empresas ejecutoras —la rusa Mezhreguionenerg o y la alemana So WiTec— planean tenerlo listo para 2015 o 2016.
Se trata de uno de los más importantes proyectos europeos de ese tipo. Las empresas ejecutoras —la rusa Mezhreguionenerg o y la alemana So WiTec— planean tenerlo listo para 2015 o 2016.
Los primeros aerogeneradores se fabricaron en Rusia en los años veinte del siglo pasado. En aquel entonces, el Gobierno priorizó otras fuentes de energía como el petróleo, el gas y el agua.
Tan solo en los últimos años se está recuperando en Rusia, y en el resto del mundo, el interés por las llamadas tecnologías "verdes", inofensivas para la naturaleza.
Según previsiones del Ministerio de Economía, el coste de las fuentes tradicionales de energía se quintuplicará en los próximos veinte años. Rusia ya cuenta con un parque eólico montado hace más de diez años en Kaliningrado.
El nuevo, uno de los más grandes de Europa, se emplazará a orillas del mar Blanco. El analista jefe del grupo de inversiones Nord Capital, Román Tkachuk, señala que, según estimaciones científicas, incluso los vientos de velocidad moderada permitirán generar allí cientos de millones de kilovatios-hora de electricidad anuales:
Los vientos en la costa suelen ser fuertes, de gran velocidad. La velocidad media del viento en el mar Blanco es de unos siete metros por segundo. Sopla continuamente. En este sentido, la costa del mar Blanco es un lugar apropiado para montar un parque eólico.
El Gobierno pretende construir parques eólicos también en la península de Kola, donde no hay otras fuentes de energía y es demasiado costoso y complicado acarrear gas o carbón. Los aerogeneradores y otras alternativas tendrán prioridad en zonas como esa, estima el especialista principal del Departamento de Energía del Instituto de Energía y Finanzas, Yuri Ríkov.
Lo más probable es que en Rusia los aerogeneradores tengan una aplicación localizada en regiones remotas de difícil acceso, donde resulte complicado tender tuberías de gas o petróleo o líneas de alto voltaje. Allí donde sea más fácil montar una central eólica con baterías acumuladoras que llevar un oleoducto.
Por supuesto que esto requiere de mucha inversión. La construcción del nuevo parque eólico del mar Blanco costará unos dieciséis mil millones de rublos, con plazo estimado de recuperación hasta 2030. El gasto no debe impactar en el precio de la electricidad que, según expertos, quedará invariable.