Las centrales de ciclo combinado de gas natural, una de las mayores inversiones industriales de la historia reciente de España, operan apenas al 10% tras la caída de la demanda eléctrica.
Las empresas eléctricas han invertido más 15.000 millones de euros en centrales de ciclo combinado en España para generar electricidad a partir de gas natural. Ahora apenas funcionan al 10% de su capacidad, el Gobierno discute con las empresas el cierre temporal de varias y hay ya quien se plantea desmantelarlas.
En 2008, un 32% de la electricidad consumida en España se produjo con gas natural, el doble que el carbón (16%). Hasta ahí, lo previsto. Pero cuando el uso creciente de las energías renovables se combinó con la crisis, el sector entró en crisis, lo que explica la campaña de Iberdrola y Gas Natural Fenosa contra las renovables, y en especial la termosolar.
Desde que se inauguró la primera central de ciclo combinado en 2002 hasta que se alcanzaron los 27.000 megavatios de potencia instalada —es la tecnología con más capacidad de generar energía en España—, solo pasaron siete años. Y las solicitudes en trámite llegaron a duplicar esa cifra.