En 2009, una perforación realizada en Krafla, en el noroeste de Islandia, como parte de un proyecto islandés de prospección (IDDP), penetró inesperadamente en una zona de magma (roca fundida) a sólo 2.100 metros de profundidad, con una temperatura de 900 a 1.000 grados centígrados. La perforación, IDDP-1, fue la primera en una serie de pozos que están siendo excavados por el IDDP en Islandia en busca de fuentes geotérmicas de alta temperatura.
Cinco años después de aquel acontecimiento es un buen momento para revisar qué se ha hecho desde entonces y cuáles son las perspectivas futuras de esta inesperada y valiosa fuente de energía.
Perforar hasta alcanzar el magma es un suceso muy poco frecuente en cualquier parte del mundo, y, que se sepa, ésta es sólo la segunda vez que ha ocurrido, siendo la primera en 2007, en Hawái. Los responsables del proyecto IDDP decidieron investigar más el pozo y sufragar parte de los considerables costos implicados.
Así pues, se instaló una estructura especial de acero en el pozo, muy cerca del magma, y se dejó entonces que el pozo se calentara lentamente. Al final se permitió que fluyera vapor supercaliente durante los siguientes dos años, hasta julio de 2012, cuando el pozo se cerró para poder reemplazar parte del equipamiento de superficie.
En el futuro, el éxito de este proyecto de investigación podría llevar a una revolución en la eficiencia energética de las zonas geotérmicas de alta temperatura de todo el mundo.
Se consiguieron varios avances importantes en este proyecto: A pesar de algunas dificultades, se pudo perforar hasta el magma y controlarlo; fue posible instalar la citada estructura de acero en el tramo más hondo del pozo; y el chorro de vapor de alta presión a temperaturas de más de 450 grados centígrados batió un récord mundial de calor geotérmico (este pozo fue el más caliente del mundo y uno de los más potentes; siglos atrás no habría faltado quien lo considerase la mismísima boca del infierno); el vapor del pozo IDDP-1 puede ser inyectado directamente en la planta energética de Krafla; y el IDDP-1 demostró que se puede utilizar con éxito un sistema geotérmico de muy alto rendimiento.
En esencia, el IDDP-1 permitió instalar el primer sistema geotérmico mejorado con magma del mundo. Este sistema geotérmico preparado de forma única es el primero en suministrar calor directamente desde el magma fundido.
En varias partes del mundo, los sistemas de energía geotérmica mejorada deben esas mejoras a una gran presencia de componentes artificiales adicionales. Lo más común es bombear agua fría dentro de rocas calientes a profundidades de 4 ó 5 Km. En décadas recientes, se ha invertido un considerable esfuerzo en Europa, Australia, Estados Unidos y Japón, pero sus resultados, aunque interesantes, obviamente no pueden competir con los del sistema creado en IDDP-1, que parte de la ventaja natural de contar con magma a tan solo 2.100 metros de profundidad.
Una de las próximas etapas del proyecto será excavar otro pozo, el IDDP-2, en un punto ubicado en el sudoeste de Islandia, entre este año y el 2015.
El proyecto IDDP es una colaboración entre tres empresas del sector energético y un organismo gubernamental de Islandia.
Desde el principio, la colaboración internacional ha sido importante para el proyecto, y en particular se ha mostrado muy activo un consorcio de científicos estadounidenses, coordinados por Wilfred Elders, profesor emérito de geología en la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Riverside.
En varias partes del mundo, los sistemas de energía geotérmica mejorada deben esas mejoras a una gran presencia de componentes artificiales adicionales. Lo más común es bombear agua fría dentro de rocas calientes a profundidades de 4 ó 5 Km. En décadas recientes, se ha invertido un considerable esfuerzo en Europa, Australia, Estados Unidos y Japón, pero sus resultados, aunque interesantes, obviamente no pueden competir con los del sistema creado en IDDP-1, que parte de la ventaja natural de contar con magma a tan solo 2.100 metros de profundidad.
Una de las próximas etapas del proyecto será excavar otro pozo, el IDDP-2, en un punto ubicado en el sudoeste de Islandia, entre este año y el 2015.
El proyecto IDDP es una colaboración entre tres empresas del sector energético y un organismo gubernamental de Islandia.
Desde el principio, la colaboración internacional ha sido importante para el proyecto, y en particular se ha mostrado muy activo un consorcio de científicos estadounidenses, coordinados por Wilfred Elders, profesor emérito de geología en la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Riverside.