La nefasta política del gobierno conservador de Rajoy ha echado por tierra todos los esfuerzos realizados en España para desarrollar las energías renovables, arruinando a las empresas del sector y paralizando todos los proyectos.
La energía eólica tuvo su explosión en España a partir de 1998 y ya genera el 18% de la electricidad que se produce en el país.
En Extremadura, sin embargo, la reciente historia de planes eólicos se remonta legalmente al 25 de agosto de 2005. De esa fecha y año es el primer decreto que sacó la Junta para proyectos eólicos con autorización del Consejo de Gobierno. El 16 de julio de 2010, el gobierno autonómico promulgó otro decreto para la autorización previa de proyectos.
Según la Consejería de Agricultura y Energía, se presentaron cien iniciativas de parques eólicos, con una potencia de 1.747,7 megavatios. Sin embargo, solo continuaron con la tramitación administrativa 67, con una potencia de 1.347,7 megavatios.
De esos 67, han obtenido la autorización administrativa y la aprobación del proyecto de ejecución solo diez, con una potencia de 226 megavatios. Muchos de ellos, además, se han reestructurado a la baja. Sus promotores han presentado previsiones de inversión bastante más reducidas respecto a los originales.
La aprobación del proyecto de ejecución es la que habilita a su titular a construir el parque eólico, sin perjuicio de la necesidad de obtener otros permisos y licencias que compete otorgar a otros organismos que no son la Dirección General de Industria y Energía.
Esas diez iniciativas eólicas que ya podrían empezar a levantarse, si sus dueños lo quisieran, son los parques eólicos de San Nicolás, que se sitúa en los municipios de Valle de la Serena, Higuera de la Serena y Zalamea de la Serena; Santa Inés (Peraleda del Zaucejo); Cabrera (Calzadilla de los Barros); Valle de Peraleda (Peraleda del Zaucejo y Monterrubio de la Serena); La Traviesa (Peraleda del Zaucejo); El Quebrajo (Peraleda del Zaucejo y Monterrubio de la Serena); Santa Bárbara (Malpartida de Plasencia); Campillo (Perales del Puerto y Hoyos); y el de Campete (Cilleros y Villamiel).
Energías Especiales de Extremadura, controlada por Gas Natural Fenosa y una de las principales promotoras eólicas, no concreta si piensa continuar con los proyectos aprobados y en qué plazos.
La AAE señala: "va a a ser difícil poner en marcha nuevos parques. A día de hoy, con los actuales precios del mercado eléctrico y con las contraprestaciones que exigen determinadas regiones (cánones eólicos y otros impuestos), no sería rentable hacer nuevos parques. Pero lo fundamental que va a frenar a las empresas es la falta de seguridad jurídica".