El desarrollo de los mercados de energías renovables en América Latina ha atraído la atención de la empresa italiana Enel Green Power, principalmente de países como México y Brasil, donde tiene sus proyectos más prometedores.
Nicola Melchiotti, director general de la empresa en México y América Central, explicó en entrevista que tienen un plan de inversión de 6 mil millones de euros (8.2 mil millones de dólares) para los próximos cinco años y México podría ser uno de los favoritos en recibir recursos, tras las oportunidades que abrirá la reforma energética.
Al primer trimestre del 2014, la empresa reportó 302 megawatts de proyectos en ejecución en México, de los cuáles, 202 están en construcción y 100 listos para edificarse. Un proyecto imporante es Dominica Fase 2, el cual incluye los contratos recién anunciados con Bosch y Femsa.
“Tenemos decenas de contratos y trabajamos con una buena parte de los grupos industriales de México, como Nestlé, Nissan, Banamex, Bosch, Femsa, además de algunos más pequeños, como empresas de manufactura”, explicó Melchiotti.
Los aumentos en el precio de la electricidad convencional en México y la tendencia de las grandes empresas hacia el uso de fuentes alternativas han dinamizado el negocio de la energía eólica, al que cada vez más corporativos de sectores como retail, alimentos o cemento buscan sumarse mediante asociaciones con proveedores de este insumo, como la española Gamesa o la italiana Enel Green Power.
Se estima que las inversiones privadas en energía eólica crecerán aceleradamente, al pasar de los mil 400 millones de dólares, en 2014, a 12 mil millones de dólares en 2018, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee).
Con más de 50 por ciento del mercado, la española Gamesa Corporación es la principal proveedora de tecnología (de turbinas, principalmente) para los proyectos de energía eólica en México, seguida por su paisana Acciona, con 29 por ciento, y la danesa Vestas, con 12 por ciento.
Por su parte, los desarrolladores, quienes se encargan de suministrar la energía a las empresas, son liderados por Acciona, con una cuota de 29 por ciento del total, y otros como Iberdrola, Eléctrica del Valle y EnEl Green Power.
El mercado en México se divide en dos: el primero es el que vende electricidad por medio de licitaciones de la CFE, las cuales son emitidas según los tiempos del gobierno federal; y el segundo, es el autoabastecimiento, el cual se da entre empresas privadas.
Datos de la Amdee señalan que al cierre del 2013 se registró una capacidad instalada en operación de mil 918 megawatts en México y se tiene la previsión de que en 2022 llegue a los 20.000 megavatios con la reforma energética.
Los proyectos de las generadoras de energía se hacen en alianza con empresas que buscan reducir su gasto en electricidad, pues en lo que va del año las tarfias industriales acumulan una alza de más de 20 por ciento. Los empresarios del sector estiman que con la reforma energética el negocio crecerá de forma importante.
Algunos casos de firmas que se adelantaron al ‘boom’ son Walmart y Cemex, los cuales autoabastecen con energía eólica más de la mitad de su consumo.
“Los proyectos (en puerta) están registrados ante la Comisión Reguladora de Energía, los cuales suman 4.580 megavatios de potencia que aún falta por desarrollarse. Ya hay varios permisos emitidos”, expuso José Ardavín, director del Cespedes.