La unidad más rentable de Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA, la empresa de energía eólica de la familia mendocina Pescarmona que retrasó su pago de la deuda de junio por una semana, fue declarada en quiebra por un juez en Brasil, por una deuda relativamente menor y en un proceso reversible. Pero que de todos modos tuvo repercusión mundial a través de publicaciones especializadas esta noche. Pasadas las 20:30, fue la agencia de noticias Bloomberg la que corporizó la noticia que circulaba en medios brasileños desde el viernes de modo reservado.
El juez del estado de Pernambuco Rafael José de Menezes declaró a Wind Power Energía en “bancarrota” -tal la traducción textual- en respuesta a las peticiones de los dos acreedores, Libra Terminal Valongo SA y Libra Terminais SA, que dijo que la compañía no había pagado las deudas de 10,6 millones de reales (Cerca de 4,6 millones de dólares según cotización oficial), de acuerdo con una sentencia del 30 de julio, publicada en el sitio web de la corte.
En Brasil el proceso de quiebra es diferente de lo que ocurre en nuestro país. La “Bancarrota” es prácticamente el primer paso en la ruptura de negociaciones o desentendidos entre acreedores y deudores. El abogado argentino y economista Germán Segré, radicado en Brasil desde hace casi treinta años, explicó que en este caso la quiebra “es reversible”, más si se trata de un monto menor, pero que la noticia de todos modos es “preocupante” aunque Impsa tiene una instancia de apelación.
Ningún medio pudo conseguir la palabra de Impsa para contrastar el fallo ni conocer los pasos a seguir. Segré comentó en el aire de MDZ Radio que “desde hace tres meses” se sabe que Enrique Pescarmona tendría decidido dejar la plaza de Brasil. Pero los intentos de consulta de medios argentinos y brasileños e incluso de la agencia Bloomberg fueron infructuosos. La empresa Impsa optó por el silencio.
“Ciertamente he declarado la compañía en quiebra porque se negaron a pagar”, dijo Menezes hoy en una entrevista telefónica desde Recife, estado de Pernambuco, justamente a la agencia Bloomberg. “Ellos tienen ahora 15 días para apelar esta decisión ante el Tribunal de Justicia. Si no lo hacen, el proceso de quiebra seguirá" dijo el juez. Afirmó además que la empresa no declaró su reorganización por bancarrota. Según Menezes, la organización solo reclamó el cese de la acción con el argumento de que no estaba en un estado de insolvencia, “que no fue establecida en el expediente”.
“Wind Power Energía era consciente de la deuda y, sin causa justificada, no hizo el pago, lo que contribuye de manera decisiva a la presunción de insolvencia”, dijo el juez. El magistrado nombró a José Azevedo Neto para supervisar el proceso de bancarrota. La empresa tendrá que identificar todos los acreedores y el importe total adeudado.
Impsa, con su sede principal en Mendoza y negocios en distintas partes del mundo, dijo a principios de este año que está tratando de vender activos para reducir la deuda. La compañía, que cuenta con 330 megavatios de parques eólicos en operación en Brasil y 480 megavatios en construcción, es el tercer mayor productor de energía eólica en Brasil, con una cuota de mercado del 6,4 por ciento, según Bloomberg New Energy Finance. Las turbinas de viento son responsables del 90 por ciento de sus ingresos.
En Junio, Impsa incurrió en una semana de retraso en el pago del servicio de la deuda. Se dijo que el pago se había retrasado "por razones administrativas", en un comunicado enviado a la bolsa de Buenos Aires. Eso llevó a Fitch a rebajar la compañía a la CCC, ocho niveles por debajo del grado de inversión, de B +, la calificación más alta no grado de inversión.
La empresa
Instalada en Pernambuco en el complejo industrial de Suape desde 2008, Wind Power tenía una deuda total con los bancos de 2,5 billones de reales a finales del 2012. De esa suma, 445 millones de reales vencían en el plazo de 12 meses. Sin embargo, el efectivo disponible de la compañía, era tan solo de $ 24 millones, situación preocupante para el pago de proveedores, de acuerdo al sitio “Valor Económico”, una publicación especializada de Brasil que ayer dio la información a las cinco de la tarde hora argentina.
En el 2012, la Wind Power tuvo una facturación de 916,8 millones de reales, 14,4% menos respecto al año anterior. En la misma comparación, la compañía reportó una pérdida de 126 millones de reales.
Impsa consiguió un préstamo de US$ 150 millones del Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) en 2011. Dos años antes, BNDES aprobó el financiamiento de R$ 837,8 millones a la compañía para la construcción de parques eólicos en Brasil.
En el último informe conocido, los activos equilibran con creces la deuda. Pero ahora habrá que ver si Impsa apela la declaración de bancarrota.