El potencial eólico de Argentina está intacto. En todo sentido lo está, porque pese a ser reconocido por empresas internacionales y contar con planes de promoción contenidos, en parte, en la ley 26.190/06 de Energías Renovables, aún no hay importantes desarrollos al respecto.
La provincia del Neuquén, por intermedio de la Agencia de Inversiones (ADI-NQN), tiene licitadas desde el 2014 unas 14 áreas licitadas para la instalación de parques eólicos. En los primeros años se desarrollaron seis proyectados por un total de 612 MW.
Las tierras licitadas, que el gobierno reservó de manera permanente para el ADI-NQN con fines de “utilidad pública”, ascendieron a un total de 63.076 hectáreas (57.452 de propiedad fiscal y 5.624 de propiedad privada).
En total fueron tres las empresas que resultaron adjudicatarias de las campañas de medición del recurso eólico y luego de evaluar la calidad del recurso –durante casi dos años– ejercieron la opción para llevar a cabo los primeros seis parques eólicos en la provincia. Las firmas son Abo-Wind, Sowitec y WPD.
Los planes que quedaron a la espera de financiamiento son Picún Leufú (100 MW) proyectado al noreste de la localidad del mismo nombre; La Americana (50 MW) ubicado al norte de Zapala; Subida del Capo (75 MW), al este de Zapala; Arroyito III (186 MW) al este de la ciudad de Cutral Co, y Añelo I (100 MW) y Añelo II (100 MW), al norte y al este de la localidad.
El parque Mangrullo (100MW), que busca desarrollar en etapas Abo-Wind, tiene una propuesta inicial de construcción que podría comenzar antes de fin de año. Los inversionistas que visitaron la provincia con la firma alemana estimaron que los 18 MW iniciales del proyecto podrían instalarse en poco menos de ocho meses, contados a partir de garantizar el financiamiento y la firma del contrato de venta de energía a Cammesa.
Argentina tiene una potencia instalada de 28 gigavatios (GW), consume 20 GW y sólo el 1,8% proviene de fuentes alternativas. Y peor aún, apenas el 0,3% se genera directamente por acción de los vientos (eólica).
En nuestra región hay varios proyectos que cuentan con los estudios de impacto ambiental aprobados y las mediciones de viento logradas. Sin embargo, las condiciones de inversión del país y la falta de tecnología en territorio son dos de los principales escollos para que la energía eólica se desarrolle en la Argentina.
Una de las empresas que tiene áreas adjudicadas en la región para montar parques eólicos es la alemana Abo–Wind. En los últimos días arribó a la región con inversores para poner en marcha la primera apuesta en Neuquén.