A pocos días de la llegada a Panamá, desde China, de once aerogeneradores de Goldwind que conformarán la segunda y tercera fase del parque eólico de Coclé, ya se conoce la fecha en que comenzarán a generar energía eólica en su totalidad.
Se estima que las 86 aerogeneradores que conforman el primer proyecto de energías renovables en Panamá y el mayor de Centroamérica estarán completas en aproximadamente cinco meses (entre febrero y abril de 2015), según informaron fuentes oficiales.
Hasta el momento, hay 33 aerogeneradores en territorio panameño, de los cuales 22 fueron inaugurados hace un año. Los otros 53 aerogeneradores continuarán llegando en los próximos tres meses.
La mega obra eólica está siendo levantada en los llanos de los corregimientos de El Coco y Coclé, al sur de Penonomé, provincia de Coclé, a un costo de $560 millones, adquiridos mediante un préstamo al Banco Mundial y a accionistas privados de Estados Unidos, España, Panamá, República Dominicana.
El ingeniero Rafael Pérez Pires, gerente del consorcio Unión Eólica Panameña, informó que este proyecto generará unos 270 megavatios de energía que se incorporarán a la matriz energética del sistema nacional.
Adelantó que aunque por ahora solo se tiene planeado ejecutar tres fases del parque eólico, si todo marcha bien, podría extenderse a una cuarta, con la instalación de unas 27 torres más que generarían unos 67 megavatios de energía adicionales. De concluirse, la obra constaría de 113 aerogeneradores que producirían en total unos 337 megavatios de energía para el país.
Las expectativas sobre el beneficio del proyecto eólico es alto. Pérez sostiene que esta obra no solo aliviará la producción energética del país sino que también dará beneficios a los inversionistas, al país y a las comunidades locales.
‘Nada más en los primeros cuatro años de funcionamiento, esto va a representar unos $ 200 millones de ahorro para el sistema eléctrico. Se va a dejar de importar aproximadamente un millón, 200 mil barriles de petróleo al año (100 millones de dólares al año)’, señala el ingeniero, destacando que esto abarataría el sistema eléctrico en el país.
Pérez agrega que el proyecto también ha sido una fuente generadora de empleos (entre 300 y 500 trabajadores) y de ingresos económicos para los dueños de terrenos privados, quienes mediante acuerdo percibirán unos $6 mil por cada torre que se ubique dentro de sus tierras. En el caso de los terrenos nacionales, la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (ANATI) concedió los perímetros que ocuparán las torres, pero el consorcio eólico pagará a la nación si se afecta alguna parcela de cultivo de arroz, mediante un acuerdo razonable según la productividad estimada por metro cuadrado y los productores recibirán un monto acorde con su derecho.
Al respecto, y a pesar de los daños que ha ocasionado el equipo pesado a las calles de la región, los moradores de las comunidades de El Coco, Buena Vista, Agua Fría, El Rosario, El Congo, Coclé, Puerto, dijeron en una reciente reunión (el pasado 14 de octubre) que el proyecto es bueno y confían en que traerá grandes beneficios para el país y ayuda a las comunidades necesitadas.
‘Los felicitamos, pero el sentir general es que se le dé mantenimiento a las vías de comunicación y apoyo social a las escuelas y capillas’, manifestó Euclides Montenegro, representante del corregimiento.
La empresa Unión Eólica se comprometió a reparar las vías que han sido deterioradas, las capillas y escuelas del sector. Asimismo, estableció un convenio con la Fundación Nutricional Teresa de Jesús(Nuteje) para administrar y construir un centro nutricional en Penonomé. ‘Vamos a empezar a recibir las inquietudes, peticiones y quejas de las comunidades y si tenemos responsabilidad vamos a solucionar. Cada año, tenemos pensado hacer un proyecto en cada comunidad’, reiteró Rafael Sánchez, de Asuntos ambientales de Unión Eólica.