La deforestación es uno de los problemas mediambientales más importantes en el planeta, y sobre todo en una zona muy específica de la geografía mundial, la Amazonia.
La selva amazónica siempre ha sufrido una gran perdida de su flora y por lo tanto de su fauna a lo largo de la historia, pero el último dato ofrecido es realemente desesperanzador: la deforestación en la selva amazónica de Brasil ha crecido un 467% este mes de octubre, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según con los datos (no oficiales) del Sistema de Alerta de Deforestación (SAD) de Imazon.
En concreto, esta organización ha detectado 244 kilómetros cuadrados de deforestación en el Amazonas en octubre de 2014, cuando la deforestación fue de 43 km2 en 2013.
El Sistema de Alerta de Deforestación asegura que en estos momentos puede controlar el 72% de la superficie forestal del Amazonas, mientras que en octubre de año pasado, el monitoreo cubrió un área más pequeña de territorio, aproximadamente un 62%.
Por estados, en octubre de 2014 la deforestación se concentró en Rondonia 27%, Mato Grosso 23%, seguido muy de cerca de Pará 22% y Amazonas con un 13%, y una menor incidencia en el resto.
En lo que respecta a los bosques degradados, este incremento ascendería hasta el 1.070 %, pasando de 40 km2 degradados a los 468 km2 en este año.
Este sistema de control se realiza de forma paralela con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Los datos más recientes de este otro sistema -de los meses de julio y agosto- también indicaron un aumento del 195% en la deforestación, en la comparación con los mismos meses de 2013.