La recarga del coche eléctrico es ahora más eficiente y sostenible debido a la integración de las energías renovables y los sistemas de almacenamiento.
La investigación conjunta realizada por el CIRCE y Endesa dentro del proyecto CRAVE ha permitido que la carga rápida con almacenamiento de vehículos eléctricos sea ya posible. Representantes de ambos centros han clausurado hoy de forma oficial este proyecto, cuyo objetivo principal ha sido diseñar un sistema de apoyo a la recarga rápida de vehículo eléctrico que, mediante el almacenamiento de energía y la integración de renovables, optimiza el uso de la energía, favorece el consumo de origen renovable y elimina los problemas de afección a la red eléctrica.
Gracias a CRAVE, el vehículo eléctrico y el punto de recarga se convierten en elementos estabilizadores del sistema eléctrico, ya que la estación de recarga desarrollada es capaz de reducir o incluso eliminar los picos de consumo que puede producir la recarga rápida de los vehículos, lo que a su vez permite aumentar el número de recargas simultáneas. Para conseguirlo, se distribuye temporalmente el consumo de energía de la red mediante sistemas de almacenamiento de última generación, a la vez que usa las energías renovables, utilizando configuraciones de electrónica de potencia de alta eficiencia.
A este acto de clausura, celebrado en el edificio de CIRCE en la Universidad de Zaragoza, han asistido Jaime Gros, director general de Endesa en Aragón; Jorge Sánchez Cifuentes, subdirector I+D+i y responsable de vehículo eléctrico en Endesa; José Sanz, director del área de Integración de Energías Renovables de CIRCE, y Rubén Acerete, gestor de este mismo área de CIRCE.