Iberdrola y la empresa Fährhafen Sassnitz GmbH, propietaria del puerto de Sassnitz, han anunciado la firma de un contrato de arrendamiento de la terminal Offshore Sur para almacenar y pre-ensamblar los principales componentes del parque eólico marino de Wikinger durante su instalación. El acuerdo fue firmado el pasado viernes en un acto presidido por Erwin Sellering, primer ministro del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Tras evaluar diversas opciones, se ha seleccionado el puerto de Sassnitz por su accesibilidad, su gran calado y sus muelles de última generación, que permiten la operación de grandes barcos instaladores, habiéndose contratado una superficie de unos 100.000 metros cuadrados.
Entre las principales actividades que se desarrollarán en el puerto figuran la descarga de piezas y componentes de turbinas eólicas, cimentaciones, pilares, chaquetas metálicas y cables, así como su almacenamiento, premontaje y posterior transporte hasta el emplazamiento.
Según los términos del acuerdo, las oficinas para la gestión de las obras de instalación, coordinación de los trabajos marítimos y transporte de personal tendrán su base en la terminal del puerto.
El parque eólico marino de Wikinger, de 400 megavatios (MW) de capacidad, contempla instalar hasta 80 aerogeneradores en un área de unos 34 kilómetros cuadrados, a 30 kilómetros de distancia de la isla de Rügen, en el mar Báltico, en la zona económica exclusiva de Alemania.
En función del número de turbinas eólicas a instalar, la inversión podría alcanzar los 1.500 millones de euros. Durante los 20 años siguientes a su puesta en marcha, el proyecto generará ingresos para la Administración local y regional por valor de unos 650 millones de euros a través de impuestos y contribuirá a la creación de 100 puestos de trabajo en la zona, tanto directos como indirectos. Una vez entre en operación, el parque eólico producirá suficiente energía limpia para cubrir las necesidades de más de 400.000 hogares alemanes.
El desarrollo del parque eólico marino de Wikinger avanza rápidamente, con el objetivo de iniciar su construcción en el año 2015 y la puesta en marcha a mediados de 2017. A principios de mayo concluyeron los estudios geotécnicos y morfológicos del subsuelo, un paso más hacia la obtención de los permisos de construcción que debe aprobar la Oficina Federal de Hidrografía y Tráfico Marítimo (BSH).
Iberdrola ha lanzado el proceso de licitación para el suministro e instalación de los principales elementos del parque, cimentaciones, cables y subestación, por un valor conjunto de 900 millones de euros. Asimismo, el pasado mes de noviembre se firmó un acuerdo con Areva Wind como proveedor preferente, lo que incluye la optimización de los diseños de torres y cimientos, así como la logística, instalación y posterior certificación del proyecto.
Si todo transcurre como está previsto, para lo cual las autoridades alemanas deberán haber confirmado tanto la tarifa aplicable como la disponibilidad en 2016 de la conexión a la red, la adjudicación de los primeros contratos de suministro podría realizarse a principios de 2014.
Iberdrola valora las garantías expresadas por el Gobierno alemán respecto a la estabilidad a largo plazo del marco regulatorio de las energías renovables. Sin embargo, la Empresa considera imprescindible contar con disponibilidad de conexión a la red, mecanismos estables de apoyo y un procedimiento ágil de tramitación de permisos, con el fin de evitar costes y riesgos innecesarios y poder cumplir con las expectativas de los inversores.
La cartera de proyectos offshore de Iberdrola en Alemania asciende a 2.000 MW de los cuales 1.000 MW podrían estar instalados en el Báltico en 2019. A finales de 2013, la Empresa habrá invertido unos 70 millones de euros sólo en el desarrollo del complejo de Wikinger.