La multinacional de origen francés Alstom anunció que instalará en el estado brasileño de Río Grande do Sul una fábrica de torres eólicas para aerogeneradores eólicos. Que se sumará a la fábrica de aerogeneradores que ya tiene, desde 2011, en el estado de Bahia. Alstom quiere proveer desde allí no sólo a Brasil sino a Sudamérica.
La radicación no es casual. Según el Consejo Global de Energía Eólica, Brasil es el país más prometedor del mundo en la materia. Hace 15 años, la eólica no existía. Luego el Estado creó un programa de incentivos que multiplicó por 15 la capacidad eólica instalada. Hoy ya existen más de 59 parques eólicos.
Al amparo de los incentivos aparecieron fondos mixtos (privados, públicos y organismos multilaterales), como Fondo Infrabrasil, que se asociaron a su vez con otros capitales para conformar empresas privadas como Renova Energía, que administra parques eólicos y es la que hace poco firmó con Alstom el contrato eólico más grande del mundo que se haya hecho para construir parques eólicos llave en mano.
Alstom construirá los parques eólicos asociada a Odebrecht, que hace dos décadas era la Benito Roggio de Hijos de Brasil.
Impsa Wind, la división eólica de la mendocina Industrias Pescarmona (Impsa) ha conseguido sus mayores contratos eólicos de estos años en Brasil.