El plan Zem2All de coches eléctricos, en el que colabora el Gobierno japonés, pretende que se adhieran taxistas así como firmas en la que usen un vehículo eléctrico varios conductores.
El proyecto de movilidad sostenible con coches eléctricos (Zem2All), que se desarrolla actualmente en Málaga con 160 vehículos eléctricos Mitsubishi y que pretende que Málaga se proyecte como el escenario de una urbe europea dentro de una década, tendrá su culmen este mes de otoño.
La experiencia, el mayor proyecto de I+D+i que el Gobierno japonés mantiene con España, se ampliará tras el verano con la llegada de cuarenta vehículos eléctricos Nissan Leaf para los que ya hay un mayor número de usuarios demandantes que vehículos por lo que se ha creado una lista de espera. En la actualidad el grupo de trabajo de Zem2All, formado por ingenieros japoneses y españoles, da las últimas pinceladas sobre la utilidad objetiva que deberán tener estos coches. Ahora, la finalidad está en probarlos en otro tipo de usuarios tales como taxistas (un segmento que no se ha testado en la primera parte del proyecto con los 160 vehículos que ya ruedan por Málaga) así como en los clientes de lo que se llama el 'car sharing' (es decir, el coche compartido por muchos conductores), tal y como informan el concejal de Nuevas Tecnologías, Mario Cortés así como el director de la Agencia Municipal de la Energía, Jaime Briales.
"La realidad es que los Mitsubishi están funcionando muy bien y estamos muy satisfechos con la autonomía de la batería (160 a 200 kilómetros) y ahora tenemos el objetivo de encontrar a otro perfil de conductores tales como los taxistas, a los que animamos que se sumen al proyecto porque el ahorro es enorme, mientras que unos 140 kilómetros cuestan unos 10 euros de combustible, en los coches eléctricos solo gastarían 1,5 euros, que para un usuario que utiliza mucho el coche es una gran diferencia", subraya Cortés.
La otra línea, la del 'coche compartido', pasa porque se sumen a este proyecto empresas que ya tienen en marcha este sistema, es decir hay usuarios o clientes de estas empresas que utilizan coches a determinadas horas, lo cogen en determinados sitios y los devuelven en otro, esto ya existe y la idea de los ingenieros japoneses es incorporarlas al proyecto así como grandes empresas o administraciones donde los usuarios de un mismo coche sean muchas personas, apunta Briales. Todo este seguimiento de los usuarios se realizaría como hasta ahora, a través de los smartphones (teléfonos inteligentes), ya que el proyecto consiste en extraer en cuatro años la máxima información del uso de coches eléctricos en una ciudad europea de tipo medio como Málaga. Cabe recordar que este plan que culminará en 2017, cuenta con un presupuesto de 60 millones de euros, de los que Mitsubishi, Hitachi y el Estado japonés ponen 45; y Endesa, Ayesa y Telefónica aportan otros 15. Para ellos, así como para los miembros de la Agencia Municipal de la Energía, Málaga se configura como el escenario de operaciones de una ciudad con movilidad sostenible a diez años vista.