A los 33 proyectos eólicos privados que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) tiene en la categoría de elegibilidad vigente se sumarán probablemente 9 más que en este momento tramitan permisos ambientales.
Lo destacable de este nuevo grupo es que muchos de ellos estarían ubicados en zonas emergentes para la generación eólica, como Santa Cruz y Cañas, ambas de Guanacaste, y Miramar de Puntarenas.
Según supo EF, las nueve iniciativas están apenas en la fase de autorización por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).
Ellos son: Parque Eólico El Cacao, en Santa Cruz de Guanacaste; Parque de Energía Limpia Invenio, en Cañas de Guanacaste y a cargo de Eólicos de Occidente y el proyecto Vientos de Miramar, en Cañas Dulces de Liberia, desarrollado por Costa Rica Energy Holding.
También se tramita el proyecto eólico Vientos de la Perla Mayorga, en Liberia y lo gestiona la firma Vientos del Volcán S.A.; el plan llamado Campos Azules, en Santa Rosa de Tilarán y liderado por Inversiones Eólicas Campos Azules; el proyecto Montezuma, en Palmira de Cañas e impulsado por la Empresa Hidroeléctrica del Norte, y la iniciativa Monte Azul, en Miramar, que lo fomenta Inmobiliaria Marife Zúñiga.
Algunas de estas sociedades anónimas ya están en la lista de generadores privados del ICE entre ellas, Campos Azules e Hidroeléctrica del Norte.
El ICE, a través de su unidad de Planificación Eléctrica, reconoce que el país cuenta con zonas que tienen recursos eólicos interesantes, sobre todo en la cordillera de Guanacaste.
De hecho, el director de este departamento, Gilberto de la Cruz, detalló que la institución tiene en agenda realizar estudios para ampliar la información necesaria y construir un mapa con el cual se conocerían los puntos donde la velocidad del viento defina las regiones de interés.
La Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) estima que de los 2.735 MW de capacidad instalada del sector eléctrico en el país, el 5% corresponde a la energía eólica, esto es 144 MW a cargo de siete plantas eólicas: cuatro privadas y tres públicas.
Las privadas son Aeroenergía (capacidad 6MW); Guanacaste (50MW), Tierras Morenas (20MW) y Tilarán (20MW).
Si se suma la potencia que tendrían los proyectos eólicos en la lista de elegibles alcanzarían los 627 megavatios.
Unos tienen el objetivo de vender la energía al ICE para atender la demanda nacional, pero los otros emplean sus aerogeneradores para satisfacer a sus clientes. Tal es el caso de Los Santos, iniciativa desarrollada por CoopeSantos.
Su gerente, Elías Calderón, especificó que la cooperativa está abocada a generar energía a partir de recursos renovables.
El proyecto conformado por 15 torres, fue inaugurado en noviembre del 2011, produce 42.000 kilovatios al año, con lo cual se sirve a 11.000 hogares.
La idea ahora es ampliar su capacidad, un plan que está aún en trámites dijo Calderón.
El dinamismo por aprovechar un recurso limpio y renovable como el viento no es exclusivo de Costa Rica.
Wálter Vergara, director de Cambio Climático y Sostenibilidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), detalló –durante un foro sobre el tema organizado la semana pasado por Academia de Centroamérica–, que cada vez más en la región latinoamericana realza el elemento de competitividad de la energía eólica.
Ya lo ha hecho Brasil y Chile, dijo Vergara. Además, es un hecho de que hay una marcada tendencia de que los costos para generar este tipo de energía están cayendo. Los beneficios de producción de energía renovable son evidentes para los países, explicó el experto.
Algunas ventajas son seguridad energética, un manejo más estable de precios y costos, el aumento de la resiliencia al cambio climático, la generación de empleos, los menores costos ambientales y en salud, y las menores emisiones.
De acuerdo con información suministrada por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), la propuesta liderada por el empresario John Tittle avanza.
Se trata del diseño, construcción y operación de un centro de investigación y desarrollo de nuevos equipos y tecnología para la generación de energía eólica.
Se le conoce como Windpipe Tilarán y que fue anunciada el año pasado.
EF envió a consultas a Tuttle pero al cierre de esta edición no había respondido. Se supo que las tecnologías que él propone son diferentes de las conocidas torres verticales aerogeneradoras. Más bien son sistemas horizontales.