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La eólica, tabla de salvación para muchos municipios de Castilla y León

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No atraviesa buenos tiempos el sector eólico en España. Las continuas reformas energéticas sacuden de incertidumbre las inversiones en marcha y las proyectadas a futuro, algo que ya han denunciado en numerosas ocasiones los empresarios del sector.

Pero hay un pequeño oasis en la tormenta perfecta. Lo representan los municipios en los que se asientan los aerogeneradores, la mayor parte de ellos con un bajo número de habitantes, que albergan en sus terrenos molinos que nutren sus arcas gracias a la recaudación tributaria: el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y el de Bienes Inmuebles de Características Especiales (Bices).
Estos parques eólicos se han erigido en la tabla de salvación para las cuentas de muchos de estos ayuntamientos de Castilla y León que reciben vía impuestos partidas importantes por parte de las eléctricas, que además deben hacer frente a la 'ecotasa' de la Junta.
Ávila es un buen ejemplo de ello, con 16 municipios 'eólicos'. Incluso la capital posee uno en el barrio anexionado de Urraca Miguel, en terrenos particulares, que tributan al Ayuntamiento, unos 27.500 euros al año por el IBI de Características Especiales.
Uno de los consistorios que más percibe en esta provincia por concepto de impuestos eólicos es Santa María del Cubillo, que desde hace cinco años les supone entre 50.000 y 60.0000 euros al año por IBI. La energía eólica aporta una cantidad inferior en Ojos Albos, cuyos molinos se ubican en una finca particular y repercute unos 46.000 euros. Hasta 24.000 euros alcanza la cifra anual en Valdecasa y unos 15.000 en Muñana.
En Las Navas del Marqués -las parcelas pertenecen a la Sociedad Montes de las Navas, compuesta por Ayuntamiento, Diputación y Junta-, hace una década que los aerogeneradores están operativos. Por este concepto el Consistorio ingresa cada año unos 300.000 euros, aunque en función del año la cifra varía ligeramente. Y en San Juan de la Nava perciben desde el año 2008 unos 170.000 euros anuales.
El parque de la localidad burgalesa de Poza de la Sal es el más extenso de toda la provincia. En el término se encuentran localizados 66 aerogeneradores, un número más que importante de molinos que dejan una cantidad millonaria en las arcas municipales. Revierte en las cuentas municipales y en la vida de los vecinos con un cómputo anual de más de 100.000 euros anuales, aunque en 2012 el Ayuntamiento se embolsó el doble en concepto de arrendamiento del terreno.
Su alcalde, José Tomás López, considera que “sería impensable vivir sin los ingresos del parque”. Una realidad que desde el año 2004 ayuda a poner en marcha planes municipales y que da trabajo a vecinos de la zona.
Pese a ello, no cree que sea el municipio que más ingrese porque hay localidades vecinas que perciben más, como el de Espinosa de los Monteros, que obtuvo en 2012 casi 230.000 euros por los 27 molinos que se ubican en el término municipal. Una cantidad muy superior a la de Poza de la Sal, debido a que el pago por se realiza atendiendo a la potencia de cada una de las instalaciones.
La zona de La Demanda burgalesa es también rica en cuanto a instalaciones eólicas. Palazuelos de la Sierra dispone de 19 aerogeneradores que suman una potencia total de 16.150 kilovatios. Mayor es el beneficio económico, “sin el cual no podrían vivir los vecinos”, destaca el alcalde del municipio, Juan José Diez. En concreto, los ingresos ascienden a 54.000 euros anuales, cantidad que supone el 48 por ciento del presupuesto municipal de este municipio serrano.
Torre del Bierzo y Brañuelas fueron los primeros municipios que acogieron parques eólicos en León hace 11 años. Ahora cuentan con 18 en funcionamiento. El segundo de ellos no esconde que los aerogeneradores les reportan unos ingresos anuales de 52.793 euros en concepto del denominado Bices y 18.210 más por el IAE. También en El Bierzo, pero con instalaciones más reducidas, el municipio de Molinaseca cobra casi 13.000 euros por ambos conceptos impositivos.
En La Maragatería, una de las principales productoras de energía eólica de la provincia leonesa, el Ayuntamiento de Lucillo, tiene su principal fuente de ingresos en la actividad eólica, por la que percibe casi 292.000 euros anuales por el Bices y 35.000 del IAE, cifra superior a la de Santa Colomba de Somoza, que percibe unos 138.000 euros por los dos impuestos.
En Palencia, el mapa de instalaciones eólicas también supone una parte importante de generación de riqueza vía impuestos y se traducen en un desahogo para las arcas municipales. La mayor parte de los parques se asientan en terrenos privados y, en menor medida, en montes públicos.
Astudillo, con tres grandes parques en terrenos privados y dos de ellos compartidos con municipios burgaleses, se lleva la palma y recauda de media anual unos 286.000 euros. Un litigio judicial que se resolvió en 2010 impidió abonar antes algunas cantidades  por el Bices. Como en el resto de pueblos el dinero recaudado lo aporta la empresa titular de los aerogeneradores, mientras el propietario del terreno rústico paga exclusivamente por la finca. El pueblo se beneficia además de un Centro de Interpretación de la Energía Eólica que Iberdrola instaló en las antiguas escuelas con numerosas visitas de escolares y asociaciones de la Comunidad, junto al empleo creado entre personas del municipio para el mantenimiento de los parques.
Otro caso de ingresos notables es el de Ampudia, con cinco parques repartidos entre montes de titularidad pública y parcelas privadas que permiten recaudar en torno a 210.000 euros. El resto de pueblos con instalaciones eólicas, en algún caso con un solo aerogenerador y en muchos con menos de diez, se reparte el resto del pastel económico con cantidades anuales recaudadas que oscilan entre los 100.000 de Melgar de Yuso y Fuentes de Valdepero y los 3.100 euros de Puebla de Valdavia.
Los municipios salmantinos de Santiz, Zamayón, Valdelosa y Palacios del Arzobispo comparten la titularidad de tres de los seis parques eólicos ubicados en la provincia de Salamanca. Santiz, hasta la fecha, ha ingresado 822.000 euros por los 24 aerogeneradores que ocupan su término (17 de ellos de titularidad municipal).
En Zamayón son 22 los aerogeneradores en funcionamiento desde finales de 2011. En ese tiempo, han supuesto para el pueblo unos ingresos de 792.000 euros. Por su parte, Palacios del Arzobispo ha ingresado 468.000 euros por los 14 aerogeneradores instalados en la localidad.
El parque eólico ‘Grado’ ubicado en el término municipal de Ayllón (Segovia) comparte un total de 16 aerogeneradores con las provincias de Soria y Guadalajara, reportando al Ayuntamiento segoviano hasta 50.000 euros de beneficio. Un montante que su alcaldesa, Sonia Palomar, considera “importantísimo” y que se convierte en más necesario aún en unos tiempos de crisis en los que “se aprende a ser eficientes y poner en valor los recursos disponibles”. Palomar incide en la necesidad de “depender lo menos posible de una financiación externa”, por lo que no descartaría la instalación de infraestructuras similares si se diera el caso.
A pesar de la polémica que suscitó la puesta en marcha del parque eólico en el espectacular entorno natural que lo alberga, Palomar asegura que los habitantes tienen más que “interiorizado” su uso y asegura que aunque por el momento la energía que producen no se usa en el término municipal considera que podría revisar los términos del contrato para establecer su uso en Ayllón.
No es de la misma opinión el regidor de Navares de Enmedio, Francisco Gutiérrez, quien, muy crítico, apunta a que desde el año 2003, cuando se instalaron los molinos, el Ayuntamiento “no ha visto ni un sólo euro”, más allá de los 50.000 euros anuales por los dos impuestos, IAE y Bices.
El Ayuntamiento de Ólvega (Soria) obtiene unos ingresos anuales de unos 150.000 euros con los 60 aerogeneradores distribuidos por el término. El alcalde, Gerardo Martínez, asegura que “supone un ingreso extra que puede convertirse en millonario si se tiene en cuenta el periodo de veinte años de vida útil de un aerogenerador”.
El regidor ratifica que “nunca un suelo habrá producido un beneficio considerable como el que está aportando la energía eólica”. De hecho, expone como prueba del interés por el beneficio de los aerogeneradores las diputas de los agricultores para buscar la ubicación de los molinos de viento en sus términos. Martínez pone a Ólvega como ejemplo de “aprovechamiento del recurso” al trazar un itinerario turístico denominado la “ruta del viento”, en un recorrido por los distintos aerogeneradores del término, en una señalización costeada por la empresa que gestiona el recurso en el municipio.
En Ágreda esperan recaudar este año 48.000 euros del IBI, “ya que el IAE dependerá de los rendimientos que tenga la empresa”. Para el municipio es el primer año en el que el parque eólico con 12 aerogeneradores está en marcha, según informó el primer edil, Jesús Manuel Alonso, quien destaca que para el ayuntamiento “es capital”.
La Mancomunidad Tierras Altas de Soria es ejemplo de buena gestión. Su gerente, Fernando García, explica a Ical que la mitad de lo que perciben procede de la ocupación de los terrenos, con una cantidad que ronda los 4.750 euros por megavatio instalado. El otro 50 por ciento se corresponde con el Bices (unos 4.000 euros por megavatio al año) y el IAE (otros 4.500 euros).
De estas cantidades, la Mancomunidad mantiene un acuerdo para que el 45 por ciento de los ingresos repercuta en los 16 ayuntamientos adheridos, mientras que el 55 por ciento restante se utiliza para la prestación de servicios mancomunados (limpiezas, mantenimiento y saneamiento), para el que la organización tiene contratadas a diez personas. “Tanto el empleo como las actividades culturales, limpieza o energía se desarrollan gracias a la energía eólica”, señala García, a lo que se suma la repercusión en los ayuntamientos, “que tal y como están los ingresos...”.
Además, este tipo de consistorios cuentan con presupuestos de entre 60.000 y 300.000 euros y este tipo de ingresos procedentes de la energía eólica “les salvan el año y si no llegan lo notan mucho”.
Recuerda que se encuentra paralizada la tramitación del proyecto para duplicar la capacidad para 220 kilovoltios, que tenía como objetivo nutrir a una línea de alta tensión de Red Eléctrica Española (REE) hasta Logroño y hubiera permitido una mayor construcción de parques. Ello hubiera permitido inversiones de entre 250 y 300 millones de euros “que ahora están en el aire por la incertidumbre legislativa del Gobierno”.
El presupuesto anual liquidado del Ayuntamiento de Peñaflor de Hornijar (Valladolid) rondaba los 200.000 euros en los últimos ejercicios, pero se disparó en 2012 a 1,1 millones, tras la puesta en marcha de este tipo de infraestructuras, y se estabilizó en 2013 con 950.000 euros. Se ha multiplicado por cinco. “Estábamos caninos, con muchas dificultades y ahora para nosotros se ha acabado la crisis. Todos los años existe superávit”, admitió a Ical el secretario del Consistorio, Alfonso Muñoz.
Estos ingresos se detallan en tres cobros diferentes. El primero, que se abona de una única vez al inicio, es el Impuesto de Construcciones. En función de los parques que entraron en marcha, cinco en estos últimos años, el Consistorio percibió 800.000 euros correspondientes a 2011; 595.000 en 2012 -de los que 450.000 están en el aire por diversos pleitos-; y 300.000 de previsión para 2013, dado que aún no está cerrado.
A ello se suma el montante del IAE, 4.242 euros por igual en 2011 y 2012 y unos 60.000 de previsión para 2013, debido al pago correspondiente a ejercicios anteriores. Está motivado porque el IAE de los dos parques eólicos que Iberdrola (filial Iberenova) posee en el municipio, la compañía lo abona desde el momento en el que empieza a funcionar, mientras que el de los otros tres, gestionados por 'Hornija Eólica S.L.' y 'Parques Eólicos San Lorenzo S.L.', se pagan más adelante porque cuentan con un periodo de dos años de exención, al ser emprendedores.
Por último, el Impuesto de Bienes Inmuebles de Características Especiales (Bices) ascendió en 2013 a 338.000 euros, frente a 118.164 de 2012 y 53.241 de 2011, según Reval (Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión de la Diputación de Valladolid). Peñaflor es uno de los municipios considerados 'eólicos' en la provincia vallisoletana. Reval gira anualmente el IAE y Bices de varios ayuntamientos más. Entre ellos, Torrelobatón, con unos ingresos de 68.000 y 145.000 euros, respectivamente, por cada concepto. También, entre otros, San Pelayo, con 17.000 y 31.000 euros, y Castromonte, con 8.500 y 33.000 euros por cada tributo.
A 145 kilómetros la noroeste de la capital zamorana, el municipio de Lubián, en la comarca de Sanabria, da la bienvenida al visitante que procede de Galicia con una impresionante batería de aerogeneradores que reportan sustanciosos ingresos. Esa parte de la provincia se destaca en cuanto a la producción de este tipo de energía.
Todas las compañías que allí operan aportan al año unos ingresos para Lubián de más de 232.000 euros (2008), cantidad que ha aumentado cerca de 22.000 euros en el último lustro para aquilatar un montante de casi 253.000 euros, según los datos facilitados a la agencia Ical por el área de Recaudación de la Diputación Provincial de Zamora.
El Ayuntamiento de Pías alcanza los 24.000 euros anuales, mientras que Hermisende, cerca de 73.000 euros. El Ayuntamiento de Ferreruela de Tábara cobró unos 50.000 euros en 2012, si bien hay que computar la entrada en el negocio de un nuevo parque, con una aportación de casi 26.000 euros. Muy cerca de allí, en Faramontanos de Tábara, su Consistorio obtuvo 28.000, mientras que Montamarta, casi 28.400 euros. Por último, Olmillos de Castro logró 20.300 euros.

 


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