Según el New York Times, el aparato estaría contemplando tres alternativas: Energía solar, carga inductiva y a través del movimiento.
Entre las grandes dificultades que podemos encontrar en un aparato como un reloj inteligente se cuenta incluir varias funciones llamativas para el usuario y que éstas puedan funcionar por el mayor tiempo posible, considerando que será un aparato ajeno a los mecanismos internos de los relojes convencionales. Entonces, ¿Cómo lograr una batería de alto rendimiento sin aumentar el tamaño del dispositivo, en el caso del iWatch de Apple?
Así, para la energía solar el aparato dispondría de células fotovoltaicas en su pantalla para ser cargado durante el día; en el caso de la inducción podría constar de una base tal como lo hacen hasta ahora algunos smartphones de Nokia; y en el caso del movimiento el reloj aprovecharía el movimiento del usuario para recargarse continuamente, aunque se desconoce si estas funciones serán independientes o combinadas.
De estas opciones, la que llevaría más tiempo de desarrollo en los laboratorios de Apple es la energía solar. Aunque en un principio la idea era incluirla en el iPhone, el hecho que éste se lleve en el bolsillo la mayor parte del tiempo no asegura un buen funcionamiento, a diferencia del reloj que llevamos en la muñeca. Además, su pantalla sería curva, lo que aumentaría el campo de exposición al sol. Sin embargo, la tecnología todavía está lejos de ser perfecta para un lanzamiento comercial y por ello, es que se estarían viendo más alternativas.
En lo que sí hay opiniones compartidas es en el enfoque que Apple le daría al reloj. De acuerdo a la publicación, el dispositivo estaría diseñado para un uso deportivo y con aplicaciones de salud.
Esto, porque la empresa ya habría tenido conversaciones con la FDA (Food and Drug Administration) de EE.UU. y con Michael O’Reilly de la firma de pulsómetros Masimo Corporation para desarrollar estos aspectos y sacarles el mayor provecho posible con diversas aplicaciones compatibles. A ello, debemos recordar las recientes incorporaciones de Jay Blahnik, el responsable de la pulsera Nike Fuelband, y de Nancy Dougherty de la compañía Sano Intelligence, enfocados en sensores para medir el flujo sanguíneo.
Aunque todavía no existe fecha oficial para el reloj, se especula con mediados de año o en algún momento del tercer trimestre de este año.