La firma eólica del Golfo 1 reingresó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) su proyecto de parque eólico para el municipio de Dzilam de Bravo, Yucatán. Se trata de un nuevo intento, más ambicioso, que busca generar 70 megavatios, suficientes para abastecer 300.000 hogares en la península de Yucatán.
El proyecto eólico plantea la instalación de 36 aerogeneradores, es decir, más del doble de las 16 turbinas eólicas que planteaba el primer intento, rechazado por la dependencia apenas en febrero de este mismo año.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) destaca que esta infraestructura se desarrollará en un predio de 1.345 hectáreas, con una inversión inicial de 190,5 millones de pesos.
El primer intento fue rechazado por cuestiones de procedimiento, como el no haber publicado en medios impresos de circulación estatal los pormenores del proyecto, para que la sociedad yucateca conociera y pudiera dar su opinión sobre la conveniencia de contar con una infraestructura de esta naturaleza.
Jorge Carlos Berlín Montero, delegado de la Semarnat en Yucatán, declaró entonces a El Economista que dada esa circunstancia operativa, el proyecto eólico ni siquiera había llegado a la etapa de las valoraciones técnicas, por lo que estaba impedido a opinar si tenía o carecía de viabilidad con relación a las leyes ambientales vigentes.
La empresa promotora expone que el parque eólico se alínea con el Plan Nacional de Desarrollo, el cual se refiere, en su eje cinco, a la necesidad de impulsar proyectos que tengan como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mediante el impulso de tecnologías limpias para la generación de energía.
Se asegura que el parque eólico de Dzilam de Bravo sería el primero en su tipo en toda la península de Yucatán y vendría a paliar el déficit de energía eléctrica que padece la península, pues gran parte de la energía consumida debe ser traída desde otras regiones del país.
“Más allá de las bondades ambientales y socioeconómicas derivadas de la derrama económica propia de este desarrollo, el parque eólico Dzilam de Bravo se convierte en un proyecto estratégico de seguridad energética para Yucatán, pues habrá que aportar hasta 10% de la energía que actualmente se consume en toda la entidad”.